DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER Y EL CLUB CARREFOUR

"Contra" más me lo dices
más me cabreas

Me encanta todo lo que tiene que ver con las celebraciones, con las felicitaciones, con los Días Internacionales de @loquesea!!! y me gusta que haya un Día Internacional para las mujeres! y me gusta celebrarlo y felicitar a las mujeres de mi vida (mi madre, mis hermanas y sobrinas, mi cuñada, mi suegra (:-)), mis amigas del alma...y las no del alma, también...!!!), a todas vosotrAs: FELICIDADES!

Todavía quedan muchas mujeres y niñas en situaciones desfavorables..., y mientras sigan existiendo esas desigualdades y abusos, tendrá sentido celebrar este día, para exigir más derechos y para homenajear a tantas mujeres que con su lucha consiguieron lo que hoy disfrutamos.

Mi felicitación especial es para mi amiga (Sandra Bulos), que a pesar de lo que le viene encima, es capaz de ver la vida con humor y regalarnos estas reflexiones mañaneras:

¡¡Hoy he cobrado!!

 

“Queda la miseria y estamos pendientes de ver si nos comemos las tripas”. No es el principio de una peli de miedo, sino el final de mi trabajo. Hoy, día de la mujer trabajadora, 8 de marzo, mi empresa ha tenido a bien pagarme el mes de febrero, aunque todavía me debe dinero de diciembre y enero, como les ocurre al resto de mis compañeros.

Después de superar un ERE, conocer la existencia de Fogasa (fondo de garantía salarial); de enterarme con espanto de que mi empresa, si quisiera, podría obligar a ir a trabajar sin cobrar en pleno concurso de acreedores y sin tener nada que producir o vender; después de saber que los fines de semana no había calefacción porque nuestros “caseros” amenazaban así a nuestro “patrón capitalista” (así lo llama alguno de mis compañeros) y ante una primavera incierta que se acerca a los casi seis millones de parados me encuentro en una tesitura inmejorable, qué queréis que os diga.

Ayer nos reunimos los trabajadores y se nos planteó el peor escenario: la empresa no tiene dinero en la caja y nos vamos a Fogasa. Después de escuchar eso me di cuenta de que me había abandonado el desodorante. "Es normal en una situación así", fue el único consuelo que tuve cuando se lo conté a mi madre, una histérica antiolores que también se ha dado cuenta de que en estos meses se me ha empezado a caer el pelo.

Pero la señal más importante del día me llegó cuando iba a fichar. En lugar de coger la de mi trabajo, me equivoqué y me fui decidida a fichar con la tarjeta del Club Carrefour. Está clarísimo. Cerca de mi casa van a abrir un centro comercial y, en cuanto que acabe mi secuestro laboral, yo me voy para allá con mi inservible CV bajo el brazo. ¡Feliz día de la mujer trabajadora!

Sandra Bulos.
"Contra" más me lo dices, más me cabreas